domingo, 26 de septiembre de 2010

PREVIAMENTE AL CAPÍTULO V...

Hace unos días un amigo que me quiere bien, lector de este blog, me aconsejó "tener cuidado con los chorros" y con los "rateros", porque teme que a alguien se le ocurra robar alguna idea de mi novela y publicarla por ahí. Eso ya ha pasado en ocasiones, casos muy burdos en que hasta escritores consagrados plagian y roban descaradamente a otros escritores, y mandan obras a concursos, y hasta ganan con el producto de sus afanos... Hubo alguno en que el escándalo redundó en más difusión de la obra, y el autor verdadero salió beneficiado, además de indemnizado económicamente.

Inscripción en el Registro de la Propiedad Intelectual  N° 984162
Segunda hoja de Inscripción en RPI














Puedo asegurarles que no estoy especulando con que ocurra eso; simplemente, ya lo dije al principio, como en su momento no pude publicar "Tarde", y tuve tantos dolores de cabeza y disgustos relacionados con ella, después de años de no querer ni siquiera releerla, me decidí a darla a conocer por medio de un blog, como una manera de quitármela ya de encima y echarla a andar, como un niño que ya pesa mucho y no se puede llevar más en brazos.  


Primera hoja de Contrato, con la firma de Isla
Anexo al Contrato de Impresión
Inscripción en la Cámara del Libro

Al amigo que me aconsejó tener cuidado con los ladrones, le respondí que estoy tranquila porque tengo cómo demostrar que todo lo que publico es de mi cosecha. 
Tengo copia de la inscripción en el Registro de la Propiedad Intelectual, del contrato firmado con la ya entonces inexistente Editorial Florida Blanca, donde está la firma de puño y letra del delincuente Elpidio Isla; de la inscripción en la Cámara del Libro donde se asignó un número de ISBN (meses más tarde tuve que ir a darlo de baja, cuando supe que no se publicaría), de los recibos por el pago de la edición extendido por el antedicho delincuente editorial...

                                                                                                                                  Así que no me quita el sueño que a alguien se le ocurra la tonta y poco original idea de robarme.

Recibo del ISBN
Recibo de pago


























No hay comentarios:

Publicar un comentario