jueves, 19 de septiembre de 2013

DESPEDIDAS

17/06/2013
                “Hay un temblor en la melena
De juncos despeinados junto al río”
R.F.A.



La lancha arrancó tan velozmente que no pude asomarme a saludarte, y fue mejor, porque cuando te dejo allí, parada en el muelle con tu sonrisa y agitando la mano, siento mucha tristeza. Ahora que lo escribo se me llenan los ojos de lágrimas, aunque sepa que estás feliz viviendo en la isla, con tus amores, y tu trabajo en constante contacto con la naturaleza. Las despedidas siempre son tristes porque abren el paréntesis de una incógnita: “¿Nos volveremos a ver?” Y sí, en breve nos vemos nuevamente, nunca pasa un mes sin que nos reencontremos. Pero esa imagen tuya, solita en el muelle, al atardecer, la estela de la “Interisleña”, el marco de la alta arboleda, el ruido del agua que al golpear las orillas agita los juncos, el motor roncando, todo me machuca el corazón y es como si fueras otra vez mi nena y te abandonara en un paraje hostil y te quedaras sola, a merced de fuerzas amenazantes.

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