Hace una semana publiqué el capítulo 10, ya sería hora de publicar el que sigue; pero pasó algo muy grave que detuvo al menos tres días las actividades normales, la muerte de Néstor Kirchner, con la conmoción que provocó. Personalmente me afectó mucho, y no quise estar ausente en la manifestación popular de dolor y de solidaridad con la Presidenta Cristina Fernández.
Una novela pretende ser una obra de arte, y el arte no puede estar divorciado de la realidad. Mi novela está atravesada por la política, porque la política siempre formó parte de mi vida personal.
Mañana, tal vez, o pasado, publicaré el capítulo 11; ahora estoy reflexionando sobre el amor, a partir del ejemplo de amor que representa la pareja de Néstor y Cristina. Amamos sin tener en cuenta la muerte, amamos a pesar de la conciencia que tenemos de la muerte, de que tarde o temprano moriremos, y sin embargo nos entregamos en cuerpo y alma a ese sentimiento sublime. Tal vez amamos precisamente por la seguridad de la muerte, es la muerte la que reafirma la contundencia del amor. Amamos con pasión aquello que un día podemos perder... esto nos hace las criaturas más vulnerables y tiernas del Universo.
¡Qué buenas reflexiones! Dentro de esta tónica está un libro muy interesante, "La vida eterna", de Fernando Savater, lectura muy recomendable...
ResponderEliminarFelicitaciones por el blog, está buenísimo!